El Ayuntamiento de Puebla reconoció su trayectoria y labor durante 33 años en la restauración del río Atoyac y el lago de Valsequillo

El doctor Ernesto Mangas Ramírez señala que la Cuenca del Río Atoyac genera problemas de salud asociados a cáncer por los aerosoles desprendidos, sobre todo de compuestos volátiles como bencenos. De acuerdo con estudios del Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., hay una muerte cada cuatro horas por cáncer, insuficiencia renal y enfermedades gastrointestinales debido a la contaminación del citado afluente. Además, es la cuenca que ocasiona mayor mortalidad en menores de cinco años en el país, de acuerdo con CONAGUA.
Aunado a ello, la calidad de agua potable en el planeta es limitada, menos del uno por ciento. “Si bien ésta se recicla, se contamina y se gasta a tasas mayores con respecto a su renovación. Por ejemplo, en el campo poblano existe desperdicio por evaporación; si se tecnificara su riego por goteo se recuperaría el 70 del agua que se pierde en la región de Tecamachalco”.
Para prever un desabasto o un estado de contaminación crítica, el científico de la BUAP contribuye a partir de soluciones científicas. Por eso centra su investigación en mejorar la calidad del agua en distintos lugares de Puebla y en evaluar mecanismos de remediación para tal fin.
Uno de sus proyectos en marcha es la eliminación de una cianobacteria tóxica, llamada Microcystis, en lagos urbanos de Puebla, la cual causa coloración verde en estos sistemas y alteraciones en la salud de seres humanos y animales. Su propuesta es efectuar procesos de inyección de oxígeno y ozono en la eliminación de biomasa de esta cianobacteria, en un volumen de agua determinado. Esta tecnología también es factible para romper las cadenas de doble enlace en los contaminantes persistentes como grasas, plaguicidas y antibióticos.
El integrante del Cuerpo Académico Medio Ambiente y Educación igualmente asesora a empresas extranjeras dedicadas al cuidado del agua, tal es así que participó en la restauración del lago Titicaca, uno de los más grandes de Sudamérica; y colabora con una compañía argentina para evitar la emisión de CO2 de empresas termoeléctricas.
De caminar pausado, erguido, memoria privilegiada, sonrisa contagiosa y temple adquirido por su práctica de tai chi, Ernesto Mangas busca ser un ejemplo de motivación e inspiración.
“Mi pasión es transmitir a mis alumnos que con esta hermosa profesión podemos cambiar nuestra vida y la de las demás personas. Si rescatamos al ambiente, rescatamos nuestra humanidad. Si bien la Biología es una ciencia de investigación, también lo es para proponer soluciones y luchar por ellas”.
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