(CNN) — Al cuarto día de la semana más importante de la vida política de Kamala Harris, la vicepresidenta tiene que enfrentarse a la cuestión de política exterior más tensa a la que se enfrenta el país mirando directamente a los ojos de un primer ministro de Israel que decidió no darle ni siquiera un aprobado en su discurso ante el Congreso este miércoles por la tarde.
Hasta ahora, Harris se ha definido por trabajar para el presidente Joe Biden, posiblemente el presidente estadounidense más explícitamente pro-Israel, aunque su relación con Benjamin Netanyahu se haya deteriorado.
Pero ahora que es la posible candidata demócrata, Harris tiene que definir qué tipo de presidenta quiere ser, en este y en todos los demás asuntos, mientras Biden sigue en la Casa Blanca tratando de cerrar un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas y con algunos de sus allegados pensando que reanudar la normalización de las relaciones con Arabia Saudita podría ser uno de los principales proyectos de su legado para el resto de su mandato.
Harris no presidió el discurso de Netanyahu ante el Congreso este miércoles, sino que optó por seguir con un viaje programado de antemano a un acto de hermandad en Indiana, mientras estallaban protestas antisemitas cerca del Capitolio de Estados Unidos, donde se colocaron vallas como en los días posteriores a los disturbios del 6 de enero de 2021. Este jueves, está previsto que Harris reciba a Netanyahu en su despacho ceremonial del Antiguo Edificio de Oficinas Ejecutivas. Pero articular una posición clara sobre Israel requerirá más que eso, según las conversaciones de CNN con dos docenas de antiguos y actuales asesores, miembros del Congreso y otros actores políticos.
“No tenemos evidencias suficientes”, dijo Richard Haass, expresidente del Consejo de Relaciones Exteriores y funcionario del Departamento de Estado de George W. Bush, cuando se le pidió que evaluara la posición de Harris sobre Israel frente a Biden. “Cualquiera que diga que puede responder no es muy útil. No se puede juzgar a una persona cuando es vicepresidente”.
Incluso varias personas que han hablado en profundidad con Harris sobre la política israelí respondieron a las preguntas de CNN —sobre si, por ejemplo, ella habría hecho lo mismo que Biden al enviar algunas armas a Israel y detener otras— con una serie de largas pausas e insistiendo en que es imposible juzgar hipótesis.
Sus asesores dicen que Harris aclarará sus sentimientos este jueves, tras su reunión con Netanyahu.
Harris va a tratar de enfatizar su independencia de Biden sin romper con él, dicen personas que la conocen, y va a tratar de mostrar la misma claridad que ha mostrado al ir tras Donald Trump en lugar de quedar atrapada en un intento confuso de complacer a todo el mundo no diciendo nada.
La incertidumbre acerca de dónde se encuentra es lo suficientemente alta como para que el esposo de Harris, Doug Emhoff, hiciera una aparición sorpresa en una llamada Zoom rápidamente organizada este miércoles por la tarde promovida por el Jewish Democratic Council of America y Jewish Women for Kamala.
“Permítanme dejar esto claro: la vicepresidenta ha sido y será una firme defensora de Israel como un Estado democrático y judío seguro, y siempre se asegurará de que Israel pueda defenderse, y punto. Porque así es Kamala Harris”, dijo Emhoff.
Pero se avecinan cambios, predijo el senador por Connecticut Chris Murphy, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores que ha sido crítico con Israel en este periodo y observó el pensamiento de Harris en política exterior cuando trabajaron juntos en la Comisión de Inteligencia del Senado.
“El presidente Biden trajo a la Casa Blanca una relación de toda la vida con Bibi Netanyahu y una historia muy madura sobre la relación Estados Unidos-Israel”, dijo Murphy. “Sin duda, este parece ser un momento para reconsiderar la relación y para pensar de nuevo en cómo abordar un panorama político israelí que está dando bandazos hacia la derecha más de lo que jamás podríamos haber imaginado”.
Murphy añadió: “Creo que todos nos beneficiaríamos de tener una mirada nueva sobre este conflicto y sobre la forma en que Estados Unidos podría intentar crear un Estado palestino viable”.
La cuestión de considerarse sionista
Pero Harris tiene tantos tirones diferentes que un asesor no dio una respuesta directa cuando se le preguntó si la vicepresidenta se considera sionista, un término que Biden volvió a abrazar con orgullo hace sólo unas semanas.
Esto refleja hasta qué punto el sionismo, que durante un siglo significó creer en el derecho a la existencia de una patria judía, ha sido cooptado por las fuerzas antiisraelíes, que sostienen que ha pasado a simbolizar el colonialismo y la matanza de palestinos.
Es también un reflejo de la diferencia de pensamiento y retórica entre la nueva abanderada del Partido Demócrata y un presidente que ha hecho de la lealtad a Israel una de sus posiciones definitorias durante 50 años en la política nacional.
“La vicepresidenta ha sido durante mucho tiempo una firme defensora de Israel como patria segura y democrática para el pueblo judío. Siempre se asegurará de que Israel pueda defenderse de las amenazas, incluidas las de Irán y las milicias respaldadas por Irán, como Hamas y Hezbollah”, dijo el asesor adjunto de seguridad nacional de Harris, Dean Lieberman, cuando se le preguntó si se consideraba sionista. “Uno puede criticar políticas específicas del Gobierno de Israel sin dejar de apoyar firmemente al Estado de Israel y al pueblo de Israel. Y ese apoyo a Israel no entra en conflicto en modo alguno con la firme opinión de la vicepresidenta de que el pueblo palestino merece libertad, dignidad y autodeterminación”.
Muchos observadores cercanos ven una señal de por dónde van las inclinaciones de Harris en su elección de Phil Gordon para ser su asesor de seguridad nacional. Exfuncionario de la administración Obama, Gordon fue en 2016 coautor de un informe para el Consejo de Relaciones Exteriores que, siete años antes de los atentados del 7 de octubre, comienza así: “La relación de Estados Unidos con Israel tiene problemas”. La raíz del problema, escribieron los autores, es que mientras Estados Unidos e Israel solían estar de acuerdo en las amenazas a la seguridad israelí y en qué hacer al respecto, ahora esas amenazas se han vuelto más amplias y complicadas, y las opiniones sobre cómo abordarlas también.
Lo que realmente quieren los manifestantes propalestinos en los campus universitarios de EE.UU.
Gordon ha viajado a la región desde el 7 de octubre, celebrando reuniones separadas de las que han mantenido el secretario de Estado Antony Blinken; el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan; y otros.
Un funcionario que ha estado muy involucrado en la política de la administración Biden sobre Israel dijo que las diferencias de Harris serán en realidad clave para evitar que la relación general empeore.
“Ella podrá comunicarse con otra generación. Tiene la capacidad, por ser quien es, de ser enormemente útil para quienes nos preocupamos profundamente por Israel y por cómo vamos a superar este desastre”, dijo el funcionario. “Ella es el futuro de la relación entre nosotros e Israel”.
(CON INFORMACION DE CNN ESPAÑOL.COM)