Sedena detecta en el norte corredor de cristal y fentanilo
EL UNIVERSAL
Por tres años consecutivos, es decir, 2023, 2024 y lo que va de 2025, Sinaloa, Baja California y Sonora son los reyes de la metanfetamina y el fentanilo. En estas tres entidades, el Ejército y la Guardia Nacional (GN) han incautado el mayor número de kilos de estos opioides, así como tabletas de fentanilo.
Sinaloa es el estado en donde se han decomisado más drogas, con 32 mil 122 kilos de metanfetamina, 948 kilos de fentanilo y 10 millones 6 mil 409 tabletas de fentanilo.
En tanto, Baja California documenta 36 mil 921 kilos de metanfetaminas; 943 kilos de fentanilo y 5 millones 708 mil 715 de pastillas de fentanilo; y Sonora reporta 11 mil 400 kilos de metanfetaminas, 261 kilos de fentanilo y 3 millones 321 mil 517 pastillas.
De enero a octubre de 2025, la administración de Claudia Sheinbaum registró 49 mil 455 kilos de metanfetaminas que supera con 29 mil 647 kilos todo el año 2024, que documentó 19 mil 808 kilos.
En el mismo periodo se incautaron 554 kilos de fentanilo, cifra superior a todo 2024, que documentó 341 kilos, representa 213 kilos más de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) proporcionadas a EL UNIVERSAL vía transparencia.
Carlos Hernández, director de la firma Nzaya, especializada en prevención de lavado de dinero, considera que la incautación de metanfetaminas y fentanilo es parte de la estrategia de esta administración y se debe a la relación bilateral con Estados Unidos, hay una creciente presión para intensificar las acciones de aseguramiento de drogas sintéticas.
Indica que los datos sobre decomisos permiten observar que la estrategia se encuentra en fase de implementación. Sin embargo, aún es prematuro afirmar que estamos ante un cambio estructural en la lucha contra el crimen organizado.
El también director para Latinoamérica de la International Association for Intelligence Education (IAFIE) sostiene que hasta ahora no se reporta una reducción significativa del control territorial ejercido por los grupos criminales, ni mejoras en la percepción ciudadana de seguridad o una disminución tangible en los niveles de consumo de drogas.
Abunda que las pérdidas generadas por decomisos a los grupos criminales no se traducen automáticamente en debilitamiento estructural y el mercado ilícito opera con continuidad y adaptabilidad.
“Es necesario reconocer los avances operativos logrados por las autoridades… El éxito de la estrategia dependerá de su capacidad para generar disrupciones sistémicas y sostenidas en los ecosistemas criminales, más allá de las cifras inmediatas de aseguramiento”, resalta.
El doctor Gabriel Vera de la Garza, investigador en Ciencias Químicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalla que todos los precursores siguen entrando al país y las autoridades están fracasando al no poder interceptarlos. “Tan es así que consiguen fabricar el producto terminado. Entonces, toda la cadena de producción y distribución no la están atacando, ahí tenemos el problema”.
Enfatiza que en el caso de las metanfetaminas, es el producto terminado y el fentanilo es un aditivo para volverlo un poco más enganchante y potenciar sus efectos, entonces a los grupos delincuenciales no les están decomisando la materia prima.
Asevera que la metanfetamina refleja la capacidad total de producción que tienen los cárteles del volumen de drogas que pueden sintetizar en sus narcolaboratorios.
En tanto el analista en seguridad ciudadana Enrique Rocha Bobadilla comenta que la hipótesis natural para el aumento de aseguramientos es por el trabajo tanto de la Defensa como la GN y han localizado una mayor cantidad de producto.
Además, responde al despliegue que han tenido a lo largo de este año, particularmente con las nuevas estrategias de seguridad, y permite una mayor cantidad de aseguramientos, lo que no significa un aumento en la efectividad.
“Porque la realidad es que de la cantidad de producto que incautan en México, por lo menos en los reportes de la DEA, todavía llega una gran cantidad de producto que también aseguran las mismas policías de parte de Estados Unidos después de haber cruzado la frontera.
“Y a pesar de los aseguramientos que hacemos en México y los que hacen en Estados Unidos, la disponibilidad del producto que posteriormente se traduce en muertes por sobredosis sigue permaneciendo prácticamente intacta”, puntualiza el analista.
Daniel C. Santander, consultor en seguridad y profesor en inteligencia estratégica de la Universidad Anáhuac, refiere que el aumento de aseguramientos de metanfetamina y fentanilo está relacionado con el inicio de la Operación Frontera Norte.
“Hace algunos años se discutía si México producía o no fentanilo… El gobierno federal decía que simplemente llegaban las sustancias procesadas del fentanilo, y nada más se troquelaba y se hacían pastillas, hay muchos métodos para producir fentanilo… Se usan precursores y pre-precursores.
“Son sustancias químicas [pre- precursores] que utilizan otro tipo de industrias legales, entonces es difícil evitar que los grupos del crimen organizado o que algunas empresas ilícitas los utilicen porque pueden argumentar que están haciendo otras sustancias, por ejemplo, limpiadores”, remarca el académico.
Agrega que los pre-precursores vienen de China e India, sobre todo porque son las dos grandes industrias médicas del mundo.
“Tenemos este trasiego de drogas, pero que muchas veces se disfraza de productos legales… Hay un método que le llaman de olla o gupta, que realmente son estos laboratorios pequeños donde se sintetiza el fentanilo”, precisa Santander.
Explica que llegan cargamentos de precursores o pre-precursores y en algunos casos el fentanilo sintetizado a puertos mexicanos, todos están en el Pacífico, porque provienen de India y China.
El consultor subraya que el fentanilo ha marcado una pauta en Estados Unidos, porque se adapta fácilmente a otras sustancias.
“El fentanilo es más barato y más potente y lo que hacen muchos narcotraficantes es mezclarlo con cocaína, por eso tenemos tantas muertes de sobredosis”, señala.
